Hace algunos días os hablábamos sobre la dislalia. En este post os mencionábamos de que se trataba y que dificultades conllevaba este trastorno y los tipos que existen de estas.
¿De que hablamos cuando mencionamos el TSH?
Bien, pues hoy queremos dar un paso más y enseñaros algo más… ¿no se suele decir que nunca te acostaras sin aprender algo nuevo? Lo que venimos a explicaros hoy es que desde hace unos años hasta hoy, a la ya conocida dislalia por todos vosotros y vosotras, se le denomina de otra forma. Ahora, si la llamamos correctamente, debemos hacerlo con estas tres consonantes (TSH) que son las siglas de “Trastorno de los Sonidos del Habla”.
Como descripción, deciros a todos aquellos que no habéis leído el post sobre la dislalia, que se trata de un trastorno de la articulación fonológica, que provoca alteraciones fonéticas, fonológicas o puede que ambas.
Vamos, que como ya os dijimos, se trata de una dificultad a la hora de producir y articular uno o varios fonemas en niños o niñas de entre 3 y 6 años sin que existan trastornos en el sistema nervioso (ni central ni periférico), ni deformaciones anatómicas o fisiológicas en los órganos articulatorios, acudiendo a un@ logopeda.
Además de esto, vamos a hablar sobre los fonemas, que tanto en el otro post como en este hemos hablado de ellos y por vuestras preguntas, sabemos que muchos de vosotros/as no sabéis bien de que se tratan.
¿Qué son los fonemas?
Son el segmento mínimo al que llegamos a partir de los sonidos de la cadena hablada, vamos, los sonidos de las letras… y estos, se van adquiriendo según se van cumpliendo años, puesto que para su correcta asimilación debemos llegar a cierta maduración cerebral.
¿Qué edades son las aconsejadas para asimilar cada fonema?
Os dejamos un cuadro para que podáis ver más o menos a que edad se asimilan, pero sin perder de vista que no todos los niños y niñas tienen la misma velocidad a la hora de madurar y por tanto cada uno tiene su ritmo.