En estos momentos atípicos que vivimos, podemos aprovechar para desarrollar en nuestros niños/as su capacidad de serenidad y calma ante situaciones adversas.
Es fundamental que además de las actividades escolares y de la rutina diaria que llevamos desempeñando con ellos durante estas semanas, apartemos un momento del día para realizar actividades que les ayuden a potenciar estos valores.
Nos referimos a prestar atención, reflexionar, evaluar su propio comportamiento. Valorar y apreciar el mundo exterior que les rodea y sus circunstancias o expresar cómo se sienten.
Existen muchas maneras para que las emociones salgan al exterior. Los pequeños también necesitan expresar lo que les sucede de alguna manera. Algunos optan por llorar, otros por ir de aquí para allá y otros se apoyan en el arte para demostrar sus sentimientos.
Actividades como pintar mandalas, ayudan a nuestros hijos en multitud de aspectos como:
- Fomentan la atención y la concentración.
- Favorecen la psicomotricidad fina de los dedos.
- Reducen el estrés y la ansiedad.
- Ayudan a desarrollar la paciencia, la perseverancia, la constancia.
- Adquisición de conocimientos sobre las formas geométricas.
- Aportan calma y bienestar.
- Aumentan la creatividad y la imaginación.
- Posibilitan que combinen colores y figuras.
- Incrementan la autoestima y estimulan el sentido por lo estético.
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